Eliza Ibarra - Pantalla de humo

Qué pequeño demonio de la polla. Es tan juguetona y colorida como el humo con el que bailaba cuando la encontré. Y lo único que quería era cogerme la polla...en la boca, en el coño. Demonios, casi no podía quitarle los ojos de encima. ¿Quién era yo para decir que no? Golpeé su coño profundo y duro y la llené. A veces, solo tienes que jugar.