Nichole regordeta traviesa

Encontramos a Nichole en la calle caminando por la ciudad y en el momento en que la miramos tuvimos dificultades para calmar nuestros corazones. La emoción aumentó cuando hablamos con ella y tratamos de atraerla de vuelta a nuestro hotel. ¡Cuando accedió a venir con nosotros sabíamos que la caza valía la pena por la forma en que seguía sonriendo mientras miraba nuestros jeans!