Coach estira un coño dulce

Kitty Doll decide entrenar para ser más fuerte, más flexible y más resistente. Aunque quiere ponerse en forma, no quiere ir al gimnasio llena de gente sudorosa que la mira fijamente. Decide hacerlo en casa. Por desgracia, no es una coach cualificada, pero se le ocurre una idea. Contrata a un entrenador privado para entrenarla en su casa. El tipo aparece con mancuernas y una pelota de fitness y la ayuda a realizar diferentes ejercicios. En algún lugar en medio del entrenamiento, Kitty Doll se sienta en su regazo, y eso se convierte en el final del entrenamiento físico, pero también en el emocionante comienzo de una follada apasionada en el suelo.