La amante Cindy enseña a la chica nueva sus formas dominantes

Cindy lleva a un apuesto caballero a su mazmorra donde encuentra su nuevo proyecto como mascota, Romana Ryder, esperando a un esclavo para practicar su sórdido oficio. La traviesa doma Cindy finge que no tiene una venda en los ojos e insiste en que tendrá que usar sus bragas en su lugar. Poco después de someter al esclavo, las dos dominas se ocupan de persuadir a la polla del hombre con sus labios capaces. Una vez que su polla todopoderosa está erguida, lista para recibir órdenes de las amantes sexys, saltan sobre él y montan su dulce erección. El esclavo sexual inmerecido nunca se baja de la mesa de sujeción, ya que las damas lo usan continuamente hasta que ordeñan hasta la última gota de semen de su polla muy ocupada.