Todo juguetón con la polla

Cuando mi novia de 18 años confesó que siempre quiso probarse a sí misma como modelo adulta, se me ocurrió esta loca idea y monté una cámara frente a mi sofá desplegado. ¡Hombre, ella me dio un carajo ese día! Es como si la cámara la convirtiera en una zorra salvaje adicta al sexo que no podía tener suficiente de mi polla tomándola en todas las posiciones posibles y rogando por más y más.