Postre anal en la cocina

Cocinar el desayuno hace que Rebeca tenga mucha hambre, hambre de gallo. Quiere sentir su fuerza firme en la boca y el coño, probar el pre-cum y dejar que su novio se divierta anal en la cocina. ¡Su agujero apretado en el culo es simplemente mágico! Se lo pasa tan bien y tiene a ambos amantes quejándose de placer y de tener orgasmos poderosos. ¡Qué postre!