Casi llega mi hermanastra

Cuando mi hermanastra de repente abrió las piernas y me pidió que me la comiera, me quedé tan jodidamente sorprendida y cachonda al mismo tiempo que no pude decir que no. Le lamí el clítoris y la manoseé hasta el orgasmo, y oh, qué coño tan sabroso y fresco era. Al día siguiente me arrinconó después de una ducha y me dio una mamada y otro día más tarde finalmente follamos. Tan jodidamente mojado y apretado que apenas salí para correrse en su culo y no dentro de ella. ¡Vaya, eso estuvo cerca!