El dinero la hace engañar a un chico perfecto

¿Qué tal eso? Ayer Daisy tenía un novio con el que planeaba casarse algún día y ninguna intención de engañarlo en absoluto. Sin embargo, 2000 dólares que le ofrecí por un pequeño rapidito en mi habitación de hotel convirtieron a esta fiel e ingenua linda en una traviesa perra con antojo de pollas. ¡No vengas a mí llorando y cagando cuando este tipo te eche, putita! Te jodieron y te pagaron por ello, así que tómalo como una zorra porque sé que también lo disfrutaste.