Un extraño me calentó con el sexo

Tratar de leer un libro al aire libre en un frío día de invierno era una mala idea, pero cuando este chico guapo se detuvo para darme un paseo, se me ocurrió una idea perfecta para calentarme. Lo invité a tomar una taza de té, pero tenía algo mucho mejor en mente, como hacer que se comiera mi coño y montar su gran polla hasta que ambos estuviéramos calientes y sudados. Oh, ojalá conociera a más tipos así: guapos, gentiles y con una gran polla llena de esperma cálido y sabroso. ¡Yumm!