Adictos al sexo desagradables

Estaba sola y tan caliente que el muchacho simplemente no podía perder la oportunidad de hacerse amigo de ella. Le preguntó si iría a dar un paseo con él y cuando estuvo de acuerdo le mostró todos sus lugares favoritos. Cuando ella le preguntó qué quería a cambio, él confesó que ansiaba su cuerpo, su garganta y su corte.