Cita sexual inesperada

Era un buen día y el muchacho simplemente estaba disfrutando de un clima soleado. Esperaba conocer a una chica sexy, pero ni siquiera podía imaginar que ella resultaría ser una amante tan buena que aceptaría follar con un extraño y servirlo no solo con sus manos, sino también con su boca y su hendidura.