Joder en una mesa

Blondie jugaba al ordenador toda la noche. Su hijo de puta le dijo que jugara con su vara en lugar de con esa máquina fría. Obedeció su orden y usó su garganta apretada, su coño y sus hábiles manos para satisfacerlo. A cambio de esos placeres, el pervertido muchacho la complació con un profundo cunnilingus.