Demasiado caliente para prestar atención a la cámara

A esta joven libertina le encantan los deportes universitarios y los atletas calientes, así que cuando un jugador de hockey musculoso la invitó a casa a tomar una "taza de té", no pudo decir que no. Su polla resultó ser más gruesa que su palo de hockey y a ella le gustaba meterse cada centímetro en la boca y el coño.