Al principio Stella está comprensiblemente sacudida, pero cuando siente el peso de esas pollas se convierte en una persona totalmente diferente

Stella se sorprende de la persona en la que se convierte cuando los ladrones irrumpen en su habitación. Pronto se da cuenta de que ambos quieren desesperadamente joder sus sesos y meter sus pollas en tantos lugares como puedan encontrar