Una fiesta para todos y el regalo es la señorita Mio Yuasa chupando a cada invitado

La señorita Mio Yuasa se complace en saludar a los guerreros que despiertan de su estupor borracho y ayudarlos a saludar el nuevo día con el regalo de una joven ardiente que se sienta en sus regazos y despierta a sus pollas que aún duermen.