Ryouko Murakami y el mayor de su marido siguen follando hasta altas horas de la noche

Ryouko Murakami lo invitó y le pidió que le lamiera el coño. Estaba listo y agachado y deslizó su lengua en su agujero. Qué dulce maceta de miel tenía ella y él disfrutaba deslizando su lengua dentro y fuera de ella. A partir de ahí decidieron…