El zumo y el exprimido

El calor en el aire hace que Yoshi esté muy cachondo. Tocando sus sensibles pezones, comienza a acariciar su pene duro como una roca. Cuanto más acaricia, el precum más viscoso rezuma. Coge la bomba y comienza a bombear sus pezones, lo que los hace aún más sensibles y lo hace gemir en éxtasis. Mientras levanta la polla, Yoshi inmediatamente siente un impulso irresistible de orinar. Orina dentro del cilindro, sintiendo la orina caliente en su pene, luego bebe directamente de la bomba. Yoshi se pone boca abajo en una silla para masturbarse. Cada vez más cerca del clímax, su agujero se contrae cada vez más fuerte. Disparando una gran carga en su cara, lame todo su cálido semen cremoso.