Primera toma de Kaitos

Con una pelusa mopa de grueso cabello negro y una amplia y radiante sonrisa blanca, el guapo Kaito, de 18 años, se sienta en la cama para su primera sesión de modelos. Lleva lo que pensó que los chicos tendrían para una sesión pornográfica: un singlete que se envuelve sobre sus hombros y se aferra a su trasero y a su gruesa y abultada entrepierna. Su sexo ideal es un musculoso, y el director le asegura que lo emparejará con uno para su primer rodaje de acción. Solo con la cámara, Kaito se mete en su camiseta y saca una gran polla dura y curvada. Con una mano en las nueces y la otra ajustando su pellizco, Kaito deja que su polla se hinche dentro de la tela delgada y sobresalga al frente. Se pone a cuatro patas y el director no puede evitar darle un pequeño golpe a su firme y apretado trasero. Cuando acaricia la polla de Kaito, aparece como un resorte de acero. Palpita como una bestia salvaje mientras Kaito respira lentamente y gime. Se encarga de acariciar su propia polla y se relaja un poco más para la cámara. Es hora de desnudarse. Es delgado pero de buenas proporciones, un cuerpo típico japonés de niño en crecimiento. El suave culo fruncido de Kaito es muy sensible y responde al más mínimo toque mientras el director desliza un dedo y abre el agujero. Kaito cierra los ojos y se concentra en su herramienta de esfuerzo, y salpica una carga blanca cremosa. Ahora es el momento de ducharse y salir corriendo de su primera sesión de fotos de Japanboyz.