¡Eso es un gran gallo!

Conrad Daniels y Rave Hardick no pierden mucho tiempo en molestos juegos previos. Se besan por un minuto antes de que las manos de Conrad se metan en los abultados pantalones de Rave. Lo que Conrad descubre haría que un marinero se sonrojara y cuando saca la gran polla monstruosa de Rave, su boca se abre de par en par y la chupa como si fuera la última polla que pueda comer.nnCuando llega a Rave a mástil completo, el jengibre cachondo salta y monta la enorme polla, llevándola a las profundidades de su culo. Rave realmente puede estirar un agujero y cuanto más lance, más Conrad chillará de alegría y suplicará más. Conrad quiere la polla colosal en todo lo que pueda, y después de cabalgar con su propia polla flotando arriba y abajo, se inclina ante Rave para embestirla al estilo perrito. Conrad lo lleva más profundo que nunca y con los implacables golpes de Rave, Conrad no puede averiguar si duele o se siente increíble. Todo lo que sabe es que es la polla más grande que ha tenido en su pequeño agujero apretado. Los golpes de nnRave golpean el punto especial del trasero de Conrad hasta que finalmente se folla el semen de la polla hinchada de Conrad. Cuando Rave ve la explosión de efervescencia, se da permiso para recostarse y golpear uno. Ordeña su vara gigante a un ritmo frenético hasta que pasa el punto de no retorno y se unta con cubos de ADN. Los chicos se marinan en sus propios jugos mientras se dan un beso final como si dijeran "Todavía eres un poco lindo, pero vete a casa ahora".