Caso No. 1803026-82

Un joven encuentra el regalo perfecto para su novia. Solo hay un problema: no puede permitírselo. Los diamantes finos y el oro están muy por encima de su nivel salarial, pero las pequeñas piezas de joyería parecen lo suficientemente pequeñas como para escabullirse sin que nadie lo sepa. ¡Es como si estos tipos nunca hubieran oído hablar de las cámaras de seguridad! Atrapado con las manos en la masa, este joven se encuentra a merced del Oficial de Prevención de Pérdidas, rogándole por una forma de bajarse sin ir a la cárcel. Afortunadamente, este oficial cree que el tipo tiene una boca bonita... y que su gran polla se vería bien dentro de ella.
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