A. J. Chambers

A.J. Chambers está completamente vestido y atado con cinta adhesiva cuando lo tiran en la esquina y lo dejan para anticipar su destino. Poco a poco, su Maestro corta sus ropas para la tortuosa angustia de su cautivo. El impaciente Maestro golpea la carne de niño, tratando de extraer el jugo fresco y dulce que contiene. Pero, ¿obtendrá el Amo su recompensa o resistirá el esclavo?