El desafío de un dedo se convierte en una cogida

El otro día, cuando pasaba por la habitación de mi ardiente hermanastra Paulina, me di cuenta de que llevaba lencería roja sexy y se estaba tomando selfies. Pensé que solo estaba tratando de hacerse una selfie provocativa, pero su cuerpo joven y firme era tan atractivo con esa lencería que simplemente tuve que quedarme y verla hacerlo. Para mi total sorpresa, comenzó a quitarse la ropa lentamente y a admirar su cuerpo desnudo en el espejo. Su delicada estatura, sus pechos redondos, su coño completamente afeitado, su piercing en el ombligo que acentuaba la planitud de su estómago... ¿Cuánto tiempo había querido ver todas estas cosas? Y allí estaba ella, con su cuerpo desnudo y humeante en la pantalla, tratando de hacer un One Finger Challenge. Si no estás familiarizado con este desafío, básicamente se trata de chicas que intentan cubrir sus partes privadas (tanto los pechos como el coño) con un solo dedo mientras se toman una selfie frente a un espejo. Es algo realmente difícil de hacer, así que me quedé allí mirando a mi hermanastra fallar una y otra vez. Entonces, decidí ayudarla. Claro, al principio se sorprendió al verme y trató de cubrir su cuerpo desnudo, pero cuando escuchó mi propuesta la aceptó de inmediato. Pero, mientras la ayudaba, la proximidad de esas tetas al descubierto y ese castor calvo me provocó una gran erección que era totalmente visible en mis pantalones. Efectivamente, mi lujuriosa hermana lo notó y, con una mirada bastante traviesa en sus ojos, se acercó a mi zona de la entrepierna y sacó mi polla dura como una roca. Su gran tamaño la sorprendió, pero se excitó aún más y de inmediato se puso a chuparla un poco. Debió haber estado muy mojada, porque muy pronto después de eso se dio la vuelta y se inclinó sobre la cama y me dejó penetrar su jugoso coño por detrás. Después de follarla un rato en la posición de perrito, esta belleza zorra me hizo acostarme en la cama y comenzó a montar mi miembro palpitante en la posición de vaquera. Luego, volvió a girar su lindo trasero hacia mí y continuó rebotando sobre mi eje también en esa posición. Cuando ya no pude contenerlo más, hice que la impresionante Paulina se pusiera de rodillas y me la chupara antes de terminar cubriendo su lindo rostro con esperma blanco.