Cruel final feliz

A Crystal Orchid le encanta dar masajes a las personas a menos que sean idiotas. Esta vez se le pide un final feliz de nuevo, y lo va a hacer a su manera. La masajista adolescente no va a decepcionar a su cliente, sin embargo, tiene la intención de hacerle pagar por preguntar algo así. Ella ata su erección de gran tamaño y lo domina mientras lo masturba. Le ordena que cierre la boca y deje de hablar, mientras le pide que se corra pronto. Luego, ella arruina su orgasmo y lo hace arrepentirse por ser tan imbécil.