Buffet libre de comida, parte 1

Hacía tiempo que no me daban placer y Dirty Dog pasaba por allí y se ofreció a comerme. No voy a rechazar ese tipo de oferta, aunque había una salvedad: también echó su semen caliente sobre mi cara, que tuvo la ventaja de gotear sobre mis tetas también. ¡Mmm, mm, Claire! xx
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