Eduardo

Edward es un deportista suave y musculoso que no pierde tiempo en quitarse la camiseta para que podamos admirar su complexión. Los pantalones le siguen rápidamente y el joven desnudo ya luce una gran erección sin circuncidar. El aceite de bebé se unta por todo el pecho y el estómago, antes de trasladar su atención a la carne rígida entre sus piernas. Edward está por toda la cama, mientras se acaricia con determinación y se masajea los pezones. Finalmente, llega al punto de no retorno y escupe una salpicadura de semen por toda su barriga.