Jonas y Arthur Kinky

Hay un nuevo médico en la clínica médica y le gusta usar algunos instrumentos pervertidos para tratar a sus jóvenes pacientes asiáticos homosexuales. Una bomba de pene, un consolador y sexo a pelo son estándares en su práctica. Y para mayor seguridad, casi siempre administra una inyección oral de semen caliente. No es de extrañar que todos sus pacientes suaves como la seda salgan sonriendo y sintiéndose mejor que cuando llegaron.