Linda Leclair

Linda estaba descansando, descansando en la casa sin pantalones y pidiéndole a su hombre que pidiera pizza. Ella lo besó y le dijo que realmente quería una buena follada dura y una buena porción. Se quitó la camisa, dejó que él le chupara sus grandes tetas, luego envolvió sus labios alrededor de su eje y lo atragantó, haciéndole una mamada que lo puso duro como una piedra en cuestión de minutos. Él le comió su dulce coño y luego la ama de casa cachonda obtuvo lo que había estado esperando cuando se puso encima y se puso a cabalgar sobre su polla dura. Ella tenía muchas ganas de correrse y sabe cómo trabajar su cuerpo, montándolo como una vaquera cachonda con sus grandes tetas rebotando en su cara. Él la giró sobre su espalda y enterró su gruesa polla en su apretado y afeitado coño, follándola con largas y profundas embestidas y luego, justo cuando estaba listo para estallar, se retiró y se corrió por todo su coño bien follado.