Camino

Cuando el novio de Riya tuvo que salir de la ciudad, le dejó un pequeño regalo, un consolador rodeado de dulces. A Riya le encantan los dulces y las golosinas, ¡y a la rubia también le encanta correrse! Sentada en el sofá, se quitó las bragas y la camiseta, abrió las piernas para acariciar su coño rosado y afeitado, luego chupó el consolador como si le estuviera haciendo una mamada para que se mojara bien. Con cuidado, lo introdujo en su coño muy apretado. Es grande, así que estira su coño apretado. Riya se excita tanto que se desliza del borde del sofá y se pone en cuclillas en el suelo, martillando su coño con el juguete mientras usa su mano libre para acariciar sus pequeñas y alegres tetas. ¡Cada vez más rápido se folla a sí misma hasta que está boca arriba, con las piernas abiertas, acostada en el caramelo, corriéndose como un loco por todo el juguete!