La pequeña Tina

A la pequeña Tina le encanta estar a cargo. La dominante y pequeña nena se sumergió en un baño de burbujas y disfrutó de una copa de vino mientras su esclavo estaba atado con un consolador atado a la boca. Al salir del baño, Tina se secó y luego se puso de pie sobre su esclavo, en cuclillas, para poder follar el consolador conectado a su boca. Él le folló la boca a su coño afeitado y apretado tan bien que lo desató y se sentó con las piernas en el aire para que pudiera introducir ese juguete tan profundamente que le diera en el punto G. Un buen esclavo debe ser recompensado: a Tina le gusta recompensar con el coño. Ella lo desató y le chupó la polla para ponerlo duro como una piedra, luego se subió encima y rebotó sobre su polla. Para dejarle tener la oportunidad de tomar el mando, se puso de pie y se inclinó para que pudiera follarla por detrás. La diversión terminó en la cama con ella mirándolo profundamente a los ojos mientras él introducía su polla profundamente y luego la sacaba y disparaba su caliente fajo en su boca.