Alec Loob-Gregor Gilead

Alec Loob es un amigo astuto, el tipo de chico que aprovecha cualquier oportunidad que se le presente para divertirse. Cuando el sexy Gregor Gilead pasa por su habitación para recibir un poco de educación lingüística, Alec se apresura a conseguir que diga "Chupa Mi Polla". Para aquellos que no sepan español, ¡acaba de pedirle a su amigo que le chupe la polla! Alec no pierde ni un segundo, busca su creciente bulto y revela la herramienta de su amigo, sorbiéndola rápidamente entre sus labios para una deliciosa mamada. Con el placer de su boca húmeda alrededor de su polla, Gregor no puede exactamente hacer que se detenga, pero tal vez sea una agradable sorpresa cuando el chico decide probar la impresionante erección de Alec a cambio. Con los dos chicos suaves intercambiando cabezas húmedas y pegajosas, follando la cara y babeando una mezcla brillante de pre-semen y saliva, Alec decide tentar a la suerte y ver cuán dispuesto está su amigo a explorar el sexo gay. Recostarse y disfrutar de la nueva sensación de su pequeño y apretado agujero requiere mucha exploración. Alec tiene una lengua experimentada, sabe cómo lamer a un amigo y prepararlo para una polla cruda. Gregor grita de agradecimiento cuando Alec desliza la punta de su polla bulbosa entre esas suaves mejillas, chocando contra el pequeño y cómodo fruncimiento del muchacho y empujando hacia adentro. La impresionante polla de nuestro chico pasivo todavía palpita de placer cuando toma el control para montar a su amigo, masturbándose mientras sube y baja suavemente por la longitud más gruesa. La cuchara final hace que la polla sea aún más profunda y pronto queda claro que Gregor está cerca de arrojar su semilla de su furiosa herramienta. Afortunadamente, Alec puede sentirlo, ¡retirándose a tiempo para dejar una gran carga de semen salpicando por toda la boca de su amigo! Bombea tanto jugo de su polla, extrañando a su amigo y empapando la cama, pero asegurándose de darle a su amigo un poco de su crema fresca. Es suficiente con que Gregor se acaricie furiosamente sus increíbles centímetros y se derrame su leche lechosa por el casco, formando un desastre pegajoso y muy gratificante. Sin duda, esta no es la clase de lección de idioma que cualquier profesor normal daría, pero tal vez esa sea la razón por la que Gregor acudió a su amigo en primer lugar.