Esclavo indefenso soplando la polla

A esta rubia querida le encantan los schlongs duros, pero nunca lo ha chupado mientras estaba atada y totalmente indefensa. Todo es parte de los juegos de suspensión que ella no disfruta en absoluto... Bueno, al menos al principio, pero seguro que lo disfrutará, especialmente después de que se baje un par de veces. Eso es lo que les pasa a todos los esclavos que yacen donde ella yace ahora. Su amo no podía resistirse a sus bonitos melones y mientras él jugaba con su coño afeitado, sus tetas subían y bajaban todo el tiempo y ella se preparaba para abrir la boca y hacer que vaciara sus grandes bolas afeitadas lo antes posible. Gritaba cada vez más fuerte y eso hacía que su maestro estuviera aún más cachondo y listo para correrse una vez más. Es como si no tuviera reflejo nauseoso, ya que no importaba cuán profundo estuviera metiendo su pene en su garganta, ella no tenía nauseas en absoluto, pero sus pezones se estaban endureciendo bastante rápido. ¡Vino unas cuatro o cinco veces, pero quería más y más!