Hannah con corsé de bondage

Cuero, botas y muchos dispositivos BDSM… Eso es lo que a Hannah le encanta más que nada y esta vez va a extender sus largas piernas y prepararse para unos azotes. Eso es lo que a su amo le encanta hacerle y no hay nada que le impida alcanzar un orgasmo fuerte y sorprendente al final. Está gritando un poco, pero ese no es el reflejo claro de cómo se siente realmente. Sus pezones son duros como una roca y su gilipollas está mojado como el océano. Eso solo puede significar una cosa, que Hannah está más que lista para entrar en el mundo de los orgasmos y el placer y que no hay nada que la vaya a detener en esa intención. Agradecería que su maestro no extendiera tanto los labios rosados de su coño, pero eso no es nada en comparación con que él apriete sus pezones duros y sensibles y la llame mientras ella grita y se prepara para salir realmente fuerte. Ese es su objetivo y no hay nada ni nadie que la vaya a detener para conseguir lo que quiere.