Castigarme

Angelina pidió que la castigaran. Quiere ser azotada tan fuerte como el Maestro Len puede azotarla. Se puso diez alfileres de ropa y se los arrancaron. ¡Las abrazaderas de trébol se colocan en los labios del coño y ella dobla diez rodillas profundas y luego se le añade una cadena! Sus tiernos pies están azotados. Está extendida en la silla de castigo y azotada entre las piernas con mucha fuerza. Mírala rogar, llorar y tomar más de lo que nunca ha tomado.