Consolador de cristal caliente de Kimberlee Rose

Kimberlee coloca una silla frente a su espejo y se frota los vaqueros ajustados. Se pone bastante juguetona bastante rápido y comienza a despojarse de su ropa. Cuando todo lo que queda son sus bragas, ya es muy vocal y sus caderas están empujando. Le encantan sus manos pero quiere algo extra y trae su consolador de cristal. Se mete en el juguete, ve su reflejo en el espejo y no tarda en ser golpeada por la Gran O.