Placer Culpable 2 - Solana

Sola en su apartamento, Solana A se hunde en su sofá para disfrutar del placer culpable de una taza de té caliente. Cuando comienza a relajarse, su mirada parpadea hacia una caja brillante en una mesa cercana. Con una sonrisa tímida, Solana se levanta, abre la caja y revela un enchufe brillante. Regresa al sofá y sus pensamientos ya no se centran en la relajación, sino en los movimientos eróticos dentro de ella. Mientras sus piernas bien formadas se separan, Solana comienza a pasar sus manicurados dedos por el exterior de sus bragas negras. Hambrienta de más, Solana se quita el vestido y se entrega a otro tipo de placer culposo.