Luna de miel - Luna C

La preciosa Luna C regresa ardiendo en esta fantasía cargada de erotismo. Luna <em>de miel</em> se pone al día con Luna en su noche de bodas y la encuentra con medias blancas con encaje, simples bragas de algodón blanco, un collar de perlas y un velo. Sin embargo, sus tacones de rascacielos tachonados de diamantes de imitación y sus labios y uñas pintados vibrantemente insinúan su naturaleza verdadera y menos recatada. Acaricia una sola rosa blanca, disfrutando de su aroma. Luego abre una pequeña botella de vino espumoso y se sienta a disfrutarlo, levantando el velo para revelar pechos perfectos de tamaño mediano con pezones rígidos y rosados. Superada por la emoción del día, acaricia sus increíbles y delgadas curvas, extendiendo sus muslos mientras sus manos pasan por su entrepierna. Bebe más vino, derramando un poco por la barbilla que gotea sobre sus pechos y vientre, y luego se empapa en su ropa interior. Deliberadamente, vierte más sobre su piel, empapando el algodón blanco también, por lo que se vuelve transparente y se aferra a los pliegues de su coño afeitado. Comienza a congelarse, primero a través de la tela, y luego tira de la entrepierna a un lado. Sus dedos acarician y abren sus labios de coño marrón caramelo, exponiendo su rosa, y ella se apoya contra su mano, gimiendo de placer mientras se frota el clítoris. A continuación, se quita las bragas mojadas y se pone de pie, drenando su vaso, luego acaricia la rosa blanca sobre su piel desnuda. Hundida en el suelo, se parte los muslos y se jadea con fuerza, con una mano burlándose de su clítoris mientras la otra bombea su coño. A medida que aumenta su orgasmo, agarra su botella de vino, bebe las últimas gotas, luego la chupa como una polla antes de frotar el cuello contra su hendidura y luego deslizarla dentro de su coño, usándola como un consolador. Esto la inclina por encima del borde: su cuerpo se agita y sus delgados muslos tiemblan mientras corre con fuerza. Luna deja caer la botella y se sienta, pequeñas réplicas de placer sacudiendo su cuerpo. Luego, emocional y físicamente agotada, vuelve a poner el velo sobre su hermoso rostro...