El Apartamento - Apolonia

Apolonia impresionante, una pequeña belleza española con ojos oscuros, labios carnosos y cabello largo y negro como el cuervo, juega un doble papel en este vuelo de fantasía. Entrevistada en imágenes monocromáticas, está segura de sí misma mientras nos dice en voz baja y sexy que es alguien que sabe exactamente lo que quiere y lo tiene: los amigos, el coche, la ropa y el apartamento. La versión de ella que camina por la calle en plataformas de rascacielos con tacones de espiga, luego entra al apartamento parece un poco más tímida y menos segura. Sin embargo, actúa con audacia, tirando su abrigo a un lado para revelar una elegante falda de cuero y un top a juego. Suena un teléfono celular en una mesa:"no hay identificador de llamadas, pero ella lo acepta, y la voz en el otro extremo es su yo sexy y asertivo. Le dice que, cuando se trata de sexo, quiere que alguien más tenga el control, y la Apolonia en el apartamento se somete. Se sienta en una silla y obedece todas las instrucciones, tocándose a sí misma, a través de su bralet de encaje negro y sus bragas. Cuando se le dice que se levante y vaya a la ventana, se acerca a ella con un pezón hinchado y de color rosa oscuro asomándose. Luego, ordenada por la voz del teléfono a quitarse el vestido -muy lentamente-, se desnuda para ponerse lencería y medias, chupándose los dedos con coquetería mientras gira para mostrar su culo y el resto de su hermoso cuerpo. A medida que avanza la acción, obedece cada orden al pie de la letra, volteando su cabello largo mientras se quita el brazalete para revelar pechos pequeños y naturales. Los acaricia y babea, y se quita un zapato y una media, que olfatea y luego usa para vendarse los ojos, y la persona que llama sabe exactamente lo emocionada que se está volviendo. Luego se masturba con los dedos, acaricia su hendidura y los desliza dentro, antes de meterse la entrepierna de la braga en su rosa, aserrándola de un lado a otro. A continuación, se le ordena darse la vuelta, quitarse las bragas y ponerse a cuatro patas en la silla. Regresa para frotar, azotar y sondear su coño con los dedos de color rosa, los senos tiemblan y rebotan mientras grita, cerca del orgasmo. Por fin se corrió, con el cuerpo arqueado mientras rechinaba contra su mano. La persona que llama le dice que se levante y se siente lentamente -sujeta, mostrando su lindo arrebato recortado, enmarcado por líneas de bronceado pálido. Luego, cuando termina la película, obedece una orden final:" abrir las piernas de par en par...