Emociones públicas 2 - Lara A

La sexy Lara A, una niña tatuada con lindos aparatos ortopédicos y cabello castaño claro, está sentada sola en una mesa de la ventana en un pequeño y peculiar café: las sillas están hechas de carritos de compras. De mal humor, extiende los muslos para que su minivestido se acerque para mostrar su tanga negra y rosa, pero nadie que pase por fuera parece darse cuenta. Lenta y deliberadamente, se masajea los senos, sacando uno brevemente para burlarse de su pezón. Entonces sus manos vagan hacia su entrepierna. Cambiando el enfoque al placer propio, hace rodar la silla hacia un lugar más discreto y juega con los dedos sobre la entrepierna de su braga, tirándola a un lado para tocar su coño afeitado, acariciando y rodeando su clítoris, y luego burlándose de sí misma a través de la tela una vez más. Se retuerce en su asiento, gimiendo en voz alta, luego se quita el vestido y se pone de pie para quitarse las bragas, antes de arrodillarse en la silla, desnuda y descalza, para echarse hacia atrás y ararse al estilo perrito. La cámara se acerca para un primer plano de su firme y apretado culo mientras hunde un dedo, luego dos, dentro de su arrebato al nudillo, y todo el tiempo, la gente pasa afuera, ajena a la escena córnea que se desarrolla a solo unos pies de distancia. A continuación, se posa en la parte posterior del carro, con los dedos puntiagudos apoyados en los brazos. Haciendo alarde de su barriga tensa y con los muslos extendidos, continúa congelándose. Mientras una mano acaricia sus alegres pechos y pezones de color rosa caramelo, la otra se adentra profundamente en su agujero húmedo. Después de un tiempo, cambia el enfoque a su clítoris, tijereando dos dígitos mojados a cada lado, aumentando la fricción. Se baja de la silla y gira, mostrando sus curvas perfectas y delgadas, luego se inclina, de pie al estilo perrito. Sus dedos están empapados mientras los mete y saca, batiendo sus jugos. Finalmente, se sienta en el suelo, sin saber ni preocuparse de si se la puede ver mientras se golpea con los dedos en un frenesí, lindas abrazaderas en exhibición mientras se muerde el labio en éxtasis. Sus gemidos de placer se convierten en aullidos y llantos mientras corre, luego se retuerce en el suelo, jugando con sus tetas mientras disfruta del resplandor...