Espectáculo privado - Nataly Von

La criada francesa Nataly Von arregla la sala de estar, desempolvando la mesa de café y enderezando los cojines. Al ver a alguien afuera, camina hacia la ventana, sonriendo, y hace un pequeño gesto. A Nataly le gusta que la miren así, la hace sentir bien. La hace sentir sexy y querida. Se desata el delantal y pasa las manos por encima de su cuerpo frente a la ventana, burlándose de su admirador y de ella misma. ¿Cuántos botones debo desabrochar?, pregunta a través del vaso. Todos ellos... Debajo del uniforme de su doncella francesa, Nataly no lleva nada más que un par de calzoncillos de algodón blancos y escasos. Sacudiendo su uniforme de sus hombros, Nataly expone sus hermosos pechos, pequeños y dulces, sus pezones rígidos en el aire frío. Sabe que está excitando a su espectador, puede sentir que se calienta con su striptease. Nataly tira de sus bragas hasta las rodillas, una delgada tira de vello púbico que brota de entre sus piernas, luego se gira y se inclina para deslizarlas hasta sus pies. Desnuda, Nataly se sienta para abrir las piernas, sus gruesos labios oscuros tan pronunciados entre sus esbeltos muslos, su deseo sexual a todo calor.